
La mayoría de nosotros utilizamos las redes sociales a diario. Son mucho más que una forma de comunicarnos, o de mantenernos al tanto de lo que hace nuestros familiares, amigos, conocidos y en muchos casos, también desconocidos. Para muchas personas es parte fundamental de su tiempo de ocio, llevándose casi la totalidad de minutos, o incluso horas, que dedican al esparcimiento.
En las redes sociales vemos de todo, a pesar de que se esfuerzan por controlar lo que se publica. Uno de los mecanismos más eficaces de todos los que tienen a su disposición son las denuncias que hacen otros usuarios, sobre contenido inapropiado. Se supone, que una vez que les llega una denuncia de este tipo, entran sus protocolos en acción y muy pronto desaparece la publicación cuestionada. Pero esto no siempre esa así. Por eso este año 2018 habrá 20.000 nuevos revisores de Facebook.
Por qué contratar 20.000 nuevos revisores de Facebook
Esta noticia tiene su origen en el portal ProPublica. Un buen número de usuarios se pusieron en contacto con este medio para denunciar que la red social había hecho caso omiso hasta a 900 solicitudes de retirada de publicaciones que vulneraban las normas de uso de Facebook. Al parecer, fomentaban el odio y la violencia contra ciertas razas o creencias.
El medio se puso en contacto con Facebook y le envío 49 de estas publicaciones, que según parece estaban vulnerando las normas sobre contenido apropiado y que la red social no había tenido en cuenta. De todas ellas, se reconoció que 22 de los revisores de Facebook se habían equivocado al no borrar las publicaciones. En 19, en su opinión, habían procedido de forma correcta. De las 8 restantes, en 6 se comunicó la incidencia de manera incorrecta, y en las otras 2 no se contaba con información suficiente para tomar una decisión bien fundamentada.
Han tenido que salir a la palestra el propio vicepresidente de Facebook, Justin Osofsky, que ha pedido disculpas por estos fallos. Para que no vuelvan a cometerse, han decido contratar en este 2018 un total de 20.000 nuevos revisores de Facebook. Con esta cantidad se vendrá a doblar la cifra actual de este tipo de trabajadores.
Hay que tener claro que la política de Facebook muestran que si una publicación es contraría a cierto grupo, pero si su lenguaje no es abiertamente hostil o denigrante, no es necesario que sea borrada.
Para la red social hay siete clases de ataques que son un discurso de odio: llamada a la exclusión, incitación a la violencia, promoción de la segregación, generalización denigrante, desprecio, maldición y calumnia.
Entre los que la plataforma ProPublica envió a Facebook había algunos que contenían imágenes de cadáveres, contenido islamófobo, racista o machista. Aunque dicen que sí censuraron imágenes que iban acompañadas de símbolos nazis, pero que criticaban esta clase de ideología.
Un tema cargado de polémica.